Publicado el diecinueve de Julio de dos mil veintidos a las 17:46Actualizado el veintidos de julio de dos mil veintidos a las 12:40
Pasando por París, concertó un encuentro con nosotros en la cafetería de su opulento hotel del 9º redondeo. «Espero estar bien… por el hecho de que acá estoy fatigado», advierte los marselleses, todos vestidos de negro y con el pelo con un moño. Se sienta en el banquillo y nos acepta que vaciló en dar la vuelta ya antes de venir. “Los medios no son verdaderamente el mío. Solicita dos minutos por él, la hora de un café y un vaso de agua. ¿Preparado? «Estoy preparado desde el instante en que nací!» deja salir, toda sonrisa.
En una oración, se presenta: “Mao, de Marsella, 1m10 con los brazos en alto y veinticinco años en el reloj. «Sobre el origen de su nombre, especifica:» No hay colorados en mi familia. A mis progenitores les agradó, ya está. »
Falta información en la junta: el joven está al frente de la Alta Sociedad lanzada en el dos mil dieciocho y hoy número uno en el comercio de CBD en Francia. La compañía facturará veintiuno millones de euros en dos mil veintiuno, o sea, veinte veces más en un par de años. Prefiere decir que trabaja en el negocio del cannabis y que administra «solo» múltiples tiendas. ciento ochenta por ser precisos, distribuidos en España, Alemania y Francia.
En apogeo desde hace 4 años, el mercado del CBD en Francia representa unos doscientos cincuenta millones de euros, con entre tres mil y cuatro mil tiendas, estiman los especialistas. Estas cantidades muestran el entusiasmo por el producto: el sesenta y ocho% de los jóvenes de entre quince y cincuenta y nueve años afirma consumir CBD y 1 de cada cinco franceses ya lo ha consumido para combatir los inconvenientes de agobio y ansiedad (estudio de la popular marca Atelier con el Ifop, junio dos mil veintidos).
Y esto, en diferentes formas, cuando hay menos del cero con tres% de THC: e-líquido, infusiones, resinas, aceite de masaje, jabón, cosmética, miel, etc. Mas es en su forma más simple, las flores secas, que fluye más. Representan el setenta% de las ventas de las tiendas de CBD, conforme la Unión de Profesionales del CBD (UPCBD) que reúne a cuatrocientos miembros, de los que Mao Aouste estuvo en parte en la iniciativa y que encabeza.
«El repartidor de dedos verdes»
Tantos productos que el emprendedor, que emplea a doscientos ochenta y cinco trabajadores, vende a las tiendas y on-line. A pesar de ese ascenso meteórico, no es del tipo «me has visto». La discreción ha sido una segunda naturaleza desde el instante en que era narcotraficante. En la calle, “el mantra es más bien ‘vivir feliz, vivir escondido’. Ya con dieciocho años genera, vende y entrega cannabis a sus clientes del servicio, de forma absolutamente ilegal.
Estudios, poco para él. «He hecho el bachillerato. Un ferry STMG, conocido por ser el más fácil. Se trataba de decir ‘¡Ya lo tengo, no me puedes inculpar!’ Procuró inscribirse en la capacitad de derecho. Tras 3 semanas, tira la toalla.La llamada del pacto.»Cuando tienes un maestro que te cuenta la vida cuando debes ir a recoger cinco.000 euros al otra punta de la urbe, haces las cuentas velozmente.
Hasta que en el dos mil diecisiete fue detenido: registro de su domicilio (tres con cinco kg de cannabis y veinte gramos de coca), comparecencia en el juzgado y comisiones rogatorias. Obligado a cumplir la ley, «el repartidor de tales verdes», como lo bautizó el diario local La Provence en ese instante, que cubría el caso, Mao consiguió un contrato indefinido en compañía de su padre, un constructor. Para ordenar, trabaja en las obras.
«Por pasión por el producto»
Pero en el dos mil dieciocho la explosión del CBD le llama nuevamente a los negocios. Sobre todo «por pasión por el producto», insiste. Fumó su primer puerro a los catorce años -«como todo el planeta»- y desde ese momento no ha dejado de fumar. “Fumo para marcar el fin de la jornada de trabajo. No obstante, con veintiuno años cambió el THC (la primordial molécula activa del cannabis) por CBD (otra molécula de exactamente la misma planta mas que no contiene ninguna substancia sicotrópica).
Durante ese verano, «el de la copa del planeta de futbol», Mao Aoust fue uno de los primeros imprudentes franceses en abrir una tienda de productos derivados del CBD merced a sus ahorros en el corazón de Marsella, en el «Cours Ju'». su distrito natal. 4 años después, Marsella cuenta con ochenta y cinco tiendas de la Alta Sociedad.
La Alta Sociedad declara adquirir sus flores de cannabis a productores europeos, etiquetadas como agricultura ecológica.Alta sociedad
Legalmente esta vez. Puesto que se deja cualquier cosa no prohibida, el CBD es legal por defecto. La OMS solo considera el THC como un narcótico y no el CBD. Entusiasmo total en Francia, las tiendas están floreciendo, bajo la mirada indefensa del Estado francés.
Vaguedad jurídica
Sin embargo, no aceptando la derrota había que pasar por los juzgados para aclarar la situación. La primera prueba de referencia es la de los dos creadores de Kanavape, uno de los vanguardistas del mercado. En dos mil dieciocho les condenaron a 15 y dieciocho meses de prisión y diez.000 euros de multa por tráfico de drogas. En el mes de noviembre de dos mil veinte, el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), intervenido en recurso, escribió en blanco y negro: “Un Estado miembro no puede prohibir la comercialización de cannabidiol. [autre nom du CBD, NDLR] producido legalmente en otro Estado miembro. »
Una victoria histórica, mas un año después, el estado francés contraatacó con la publicación de un decreto el treinta de diciembre de dos mil veintiuno que prohíbe la venta de flores de CBD. Fue entonces, a fines del dos mil veintiuno, cuando Mélanie Reynaud, de treinta años, ahora directiva de comunicación, se incorporó a la aventura. Toma de pavor, manda un mensaje de texto a Mao Aoust: «¿Aún me vas a precisar en el primer mes del año? Él responde en un segundo: “¡Más que jamás! La UPCBD, creada 6 meses ya antes, responde embargando al Consejo de Estado a través de una orden temporal , que suspende el veintidos de enero de dos mil veintidos esta limitación administrativa considerada desmesurada.
«No capitularemos»
“¡Nos trataron como traficantes de drogas cuando veníamos infusiones a las abuelas! ¡Y que nuestros productos no son más efectivos que la manzanilla! “recuerda Mao Aoust, aún amargo. Ya antes de incorporar, con una sonrisa: “A veces era divertido: ¡el primer día de la semana estuve en la comisaría de Marsella, el martes en la Reunión Nacional para discutir la legalización con los miembros del Congreso de los Diputados! »
La publicidad en torno a sus productos está prohibida, mas es otra música que su dircom desea escuchar: «Mao es uno de los portavoces de la lucha contra la estigmatización injusta del CBD en particular y del cannabis generalmente». La línea tiene el mérito de ser clara. En la web de la Alta Sociedad podemos leer: “Somos una marca comprometida con la lucha contra las instituciones obsoletas que […] bloquear todo el progreso a nivel social, terapéutico, de salud y orden público. No capitularemos. »
La lucha sí, mas el escenario político no es su cámara, afirma. Últimamente, a lo largo de la campaña legislativa de dos mil veintidos, ciertos cargos elegidos de izquierdas en favor de la legalización se aproximaron a ella. Mas va a ser sin él.
Dos horas de ejercicio diario
Sitiado por mensajes de texto a lo largo de la entrevista, se disculpa para contestar a una llamada. «Una urgencia, volveré. Cuando retornó, nos explicó: “Era un transportista pegado a la frontera. Este es asimismo el negocio del CBD. Siempre y en todo momento tenemos pequeñas preocupaciones así, ¡jamás nos soltarán!»
Incluso en la contrariedad, tiene sentido de los negocios sin haberlo aprendido. Este hijo mayor de una sastre autónoma y emprendedora sabía de qué manera era «contar a los diez años». ¿Vacíos por carencia de un curso universitario? Los compensa con el sacrificio de sí en el trabajo. «Está en todas y cada una partes», afirma Mélanie Reynaud. Y cuando está bajo demasiada presión, prefiere ir a una hora de deporte en vez de tomar resoluciones apuradas. Suceda lo que suceda, Mao Aoust es adepto a sus dos horas al día de culturismo. Signo de un modo de vida riguroso.
Sale poquísimo, y rarísima vez toma alcohol. «Las drogas son malas. Cita, no sin ironía, South Park, una de sus series preferidas. De noche, su placer? Jugar a la consola (la mayor parte de veces) o leer (de cuando en cuando). El suyo último libro de noche: “Altruismo efectivo” de Peter Singer (Ed. Les Arènes, dos mil dieciocho).
En Marsella, Mao Aoust viaja en un Peugeot y no desea un vehículo agradable. ¿Hacer qué? “Un reloj bastante reservado, zapatillas deportivas en los pies, no es el dueño. han cambiado: ahora su padre trabaja como presidente de la Alta Sociedad.
Aunque su hijo no tenga su aspecto, sí tiene el horario de un líder empresarial. A lo largo de todo el año, Mao Aoust conecta citas y viajes por toda Europa. En consecuencia, el volumen de comercios va a deber duplicarse en el primer mes del año de dos mil veintitres para lograr los trescientos sesenta (de las que ciento cincuenta ya están en proceso de apertura). ¿Qué ir de vacaciones con serenidad? “Nunca he ido de vacaciones, va a ser la primera vez este año. ¿Va a ser aun capaz de desconectar? Varias flores de CBD podrían…